“… Nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.

“… Nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.
Ramón de Campoamor y Campoosorio (1817-1901).

¿Por qué escribimos los amantes de la palabra?
Una gran pegunta. De complejas aristas y múltiples respuestas desde las distintas miradas. La palabra tiene su origen en la misma existencia humana, en los claroscuros de los flujos íntimos de quien escribe, en la realidad social y los conflictos humanos que de ella emanen, mismos que nos brindan la oportunidad de realizar cambios en los cuales podemos salir fortalecidos como sociedad o bien sucumbir ante ellos al no ser capaces de encontrar puentes de comunicación adecuada.
Desde un plano personal comparto estas reflexiones, que solo son eso; palabras compartidas con amor, asumiendo que primordialmente quizá escribimos para liberarnos por un momento de lo efímero de la existencia, de la sensación de vacío, de los miedos, (del miedo a la muerte, el más grande) para suplir la carencia de satisfacción de necesidades emocionales y afectivas, para olvidar o celebrar los éxitos y fracasos en el amor; (erótico , filial y universal) expresar las heridas del alma, de nuestras relaciones interpersonales, compartir nuestras alegrías, tristezas; por citar algunas fuentes de inspiración.
Tambien nutrimos nuestra escritura en el sufrimiento y el dolor humano, el cual sentimos en carne propia, en el grito ahogado de nuestros semejantes con hambre y sed de justica. Escribimos para descubrir nuestras sombras, esa parte que tanto nos gusta ocultar porque nos hace sentir vulnerables y en lugar de enfrentarlas las escondemos y maquillamos o nos colocamos una máscara que anuncia: “Me siento genial”. Aunque por dentro estemos sufriendo intensamente. En las letras también buscamos la luz. Esa luz que tenemos dentro y que afanosamente buscamos afuera, en imágenes o ritos sectarios.
Escribimos para conectarnos al amor hacia nosotros mismos, desde el crisol del alma y para amar al otro sin juzgarlo, sabiendo que es parte de la misma fuente amorosa que alimenta el amor universal. Para perdonar; entendiendo como perdón, que el otro; es otro yo, y; que al amarlo, soy capaz de perdonarlo porque es a mí misma a quien perdono, al hacerlo; lo libero y me libero.
Al contactar con las emociones y pensamientos más profundos, expresamos lo sentimientos sublimes en su nota más alta, liberamos las palabras, permitimos que encuentran su lugar en un texto o en un poema que llega al potencial lector, quien las recibirá e interpretara a través de su propio filtro.
Mientras escribimos en presencia plena, somos libres; incluso de nuestras propias creaciones. Al escribir se abre un inmenso vacío fértil, entre las creencias y las ilusiones de quien creemos ser y quien realmente somos en esencia. Es en ese vacío, en ese silencio prístino que permite el contacto con el alma surge la belleza y autenticidad de la palabra y la posibilidad de escribir libremente sin autocensura. Ahí podemos crear universos paralelos, realismo mágico o retratos de la vida cotidiana, todo eso que nos hace vibrar, sentir la vida y la alegría de vivir. Al expandir la mente creativa, creamos arte.
No siempre escribimos sobre las mismas cosas. En lo personal, generalmente no juzgo lo que escribo. Sé que lo escrito, nació de un momento especial de encuentro conmigo misma o con el otro y también de mis imperfecciones de ser humano, o bien; de la realidad social con la que interactúo. Alguna veces escribo cosas interesantes, otras no. Como escritora no puedo hacer nada al respecto. Al expresar con palabras lo que siento y pienso desde la tristeza o la alegría, o cualquier otra emoción; me doy a mí misma. Si alguien lo juzga como bueno o malo, está en todo su derecho de discrepar o coincidir con mis reflexiones.
Mis palabras, silencios, todos mis actos manifiestan a mi ser total. Cuando escribo me doy cuenta que no solo soy escritora o poeta; una mente creativa. Asumo que soy el ser que me habita en interrelación con el mundo del cual formo parte. Soy luz y sombra, cualidades y defectos, encuentro, desencuentros y policromía del verbo, emociones, mente, alma y cuerpo.
En el plano social, escribo como parte de una sociedad con profundos problemas de convivencia, con grandes desigualdades económicas y sociales que produce una alta dosis de sufrimiento humano. Me manifiesto desde una memoria histórica que me compromete a tratar de sostener y acompañar con la palabra, al desnudo, el invisible, el que tiene voz, pero no sabe cómo expresarla o no puede ser escuchada por las barrearas impuestas por quienes tienen el poder de la definición y son ciegos, sordos e insensibles ante sus necesidades.
Clamo como muchos de nosotros por una humanidad despierta, capaz de exigir sus derechos y solidariamente cambiar sus condiciones precarias de existencia. Por una sociedad conectada por el amor universal, que pueda utilizar la palabra como arma y escudo para comunicarse a través de un diálogo honesto, constructivo, colaborativo, amoroso entre semejantes a fin de resolver conflictos humanos y poder convivir en paz y armonía. La paz aunque empieza en cada persona, sólo puede tener impacto colectivo en este tipo de convivencia. En virtud de que ambas se retroalimentan.
Escribo porque creo que la literatura como parte del arte, la cultura y la educación es fundamental en la solución de los problemas comunes de gran parte de los países del mundo. Trato de entenderlos de no solo quedarme en el porqué, en el reclamo; sino también ser parte del cómo, ofreciendo posibles vías de solución. Una de tantas.
Hay muchos escritores y otro tipo de artistas con talento, consciencia social, sabiduría y amor a la humanidad a lo largo y ancho del planeta. Escritores generosos que saben dar y recibir porque comprenden que cuando dan algo a otro, es a sí mismos a quien lo dan. Confían en que su escritura es semilla libertaria a nivel individual y colectivo , portadora de paz y unión entre sus semejantes y puede crear un puente de entendiendo de los unos hacia los otros, basado en el amor, la tolerancia y el respeto a la diversidad. Han comprobado mediante su quehacer literario que la literatura, tiene el poder de unir, reconstruir y sanar a través de la palabra las heridas ancestrales, producto de la violencia y las guerras fratricidas.
Estos escritores no están esperando recompensa, ni premio alguno por su palabra, y eso; es algo muy esperanzador. Escriben como seres humanos compartiendo el mismo reclamo universal, poniendo cada uno su mejor esfuerzo en la construcción de una sociedad justa, armoniosa, consciente, igualitaria y libre.
¡Vamos por ella!
Mary Guzmán© 12 de junio, Tijuana BC. México

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Comentario

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PLUMA MARFIL
Comentario de Mary Guzamn Lucero el junio 13, 2019 a las 4:36pm

Por supuesto. Olvidado Beatriz..
Gracias por traerlo y nombrarlo para luego soltarlo.
Los corazones amorosos y libres como el tuyo no guardan la ropa sucia
limpian sus cajones cada día para que no se acumule. Eso es maravilloso.
Los hermanos del camino nos sostenemos unos a otro e inmediatamente reconocemos la palaba sincera. Abrazo fuerte


PLUMA ÁUREA
Comentario de Maria Beatriz Vicentelo Cayo el junio 13, 2019 a las 4:06pm

¡Grandioso artículo Mary!  Nada es verdad nada es mentira, porque la palabra que viene de parábola,  en su esencial expresión es subjetiva; y viene entremezclado con emociones,con COMPLEJOS inclusive, con la verdad y hasta con la m,entira, proque el HOMBRE mismo no sabe dentro de si, que es a final de cuentas.

Somos una caja de pandora, que para conocernos plenamente debemos pasar por situaciones  jamás imaginadas, de pronto no m´s aparece UNA de las cientos que hay enla vida, y uno mismase queda atónita de la reacción que tuvo.  ¿Cón qué palabra curbirmos esa xperiencia?  No hay palabra enteramente descriptible!!

Muy bueno amiga.. FELICITACIONES!!

Un GRANDOTE, GRANDOOOOOTE ABRAZO..

¿Me disculpas ché?  Fueron palabras que no saliero del corazón, porque el fastidio o enojo jamás se aloja en él.

Besos 

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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