MURMURABAN A SU ESPALDA
A él no le hacía ninguna gracia,
que murmuraran a su espalda,
con esa palabra que tanto escalda,
que dice que cayó en la desgracia.
Ya no buscó de amor alternancia,
al dejarlo la mujer que respalda,
la hermosa y divina Romualda,
la de exquisita y suave fragancia.
Ya traía el aire facial sombrío,
metido en el fondo de su alma,
y se le veía cual esteril río.
Solo con ella tenía la dulce calma,
y al perderla se rompió su brío,
bebió del nectar amargo que desalma.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
DCUHE.México.D.R.2018.
Comentario
Jaime Ignacio Jaramillo Corrales
Ilustre poeta, gracias por fijar tu vista en mis letras.
Tu comentario es muy bondadoso.
Recibe un fuerte abrazo fraternal.
Bendiciones.
Elias Antonio Almada
Gracias estimado poeta por visitar mis letras.
Tu comentario es muy generoso.
Te envio un fuerte y fraternal abrazo.
Bendiciones.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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