MUJER.

[Càstor A. Olivier O.]

Razón de ser de la existencia humana.

En la penumbra de la noche donde las sombras anidan la tristeza
irrumpes rasgando las tinieblas con tu belleza infinita de mujer
pétalos moldeados de azabaches en tu efigie de ébano
te cubre con su exótico manto un silencio de marmórea frialdad
cuando arden las musas de tu aura, apasionado éxtasis de amor
entre hogueras, réplica ingenua de la caverna de Platón
¡Oh Excelsa deidad!, ¿Dónde está el creador de tu beldad?
¿Y por qué, el infierno sutil de tu belleza?
con pimpollos de cera apuntando la eterna inmensidad
y tu figura de Eva, para envolver al mundo, magnas colinas,
muslos de marfil, columnas hemisféricas de mausoleo febril
elixir macerado y sutil de belleza inmortal.

¿Y quién tiene la culpa del trágico designio que arrastra tus encantos?
tal vez, seas la víctima de la triste evolución de los humanos
y pagas con tu vientre el sufrimiento de la tierra
¿Por qué, hizo indispensable tu existencia?
hoy eres simiente y fuente de la presencia humana
¿Quién puede sustituir tu permanencia si tú eres la mitad del Universo?
poseedora de la lux: fuente insondable dadora de la vida
espectro subliminar del amor y de la guerra
icono de Troya la de Príamo, de Julieta y de Leda
eres frivolidad.

Ni la densa oscuridad puede impedir el florecer de tu belleza
Cuando cubre con sábanas de sombras tu exótica semblanza
Y envuelve tu cuerpo con su manto de seda
Destellos de tus mágicos encantos, desdoblan la textura de la inmensidad
y tu pelo como hiedra plateada envuelve las estrellas
constelación azul del Universo,
big bang, sacro pimpollo del epicentro humano
¡Oh Excelsa Deidad de nuestra estirpe!
¿Cómo juzgar, el irresistible infierno de tu sutil belleza?-
cuando apagas el fuego con tu amor, y al mismo tiempo desatas la guerra.

Cástor A. Olivier O.
El hijo del Cisne.
Venezuela.