MIEDO

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

MIEDO

Terror, voz insegura, actitud sumisa, letargo en las ideas. Un embrollo total en la cabeza. Inseguridad plena. Vacío de certezas. Temblor en el pulso, Vaguedad en las ideas. Todo, eso y más se presentó en mi persona, vuelto una maraña en mi cerebro.

Así comenzó mi conocimiento de lo que es el miedo. ¿Qué lo provocó? Nada en realidad. Bueno, nada en apariencia. Todo fue desde el inicio un conjunto de sensaciones sin aparente motivo. Hasta que llegó el día, terrible día marcado por la debacle y el caos. El famoso Día del Terremoto en que desapareció la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, en donde entonces vivíamos porque, apenas unos meses antes, había tenido la desfortuna de ser llamado a trabajar en la Universidad de Guadalajara.

Mejor nunca hubiera aceptado ir. Ahí conocí el miedo. Pero fue como una ingrata premonición, justo un mes antes de que sucediera la espantosa debacle urbana aquella.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias querida Beatriz; debo decir que mi relato es 100% ficción; Guadalajara no ha desaparecido y sigue firme y bella como siempre; pero se me antojó, porque es una ciudad que visito muy seguido y que adoro que mi relato se desarrollara ahí...mi relator -no soy yo- no desapaeció tampoco, en fin...; gracias por tomarte el tuempo de leer y comentar mi escrito amada amiga!

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

"Todo fue desde el inicio un conjunto de sensaciones sin aparente motivo. Hasta que llegó el día, terrible día marcado por la debacle y el caos. El famoso Día del Terremoto en que desapareció la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, en donde entonces vivíamos porque, apenas unos meses antes, había tenido la desfortuna de ser llamado a trabajar en la Universidad de Guadalajara"

¡Dios, desapareció  Guadalajara!  Y tú,  ¿cómo es que te salvaste?  Dios mio, qué horror!

Bueno, MIEDO miedo,  en verdad yo nunca lo he sentido o acaso lo he olvidado.  Pero si lo hubiera olvidado quiere decir que no fue tan significativo.

Todos en cierta forma hemos sentido miedo: poco, regular, mucho.

Y mira que yo siento cuando las personas mueren y en la casa donde estoy suceden cosas raras.  Me despiertan luces directo a los ojos, entre varias cosas como sombras de un hombre alto que pasa, hasta el color de la ropa veo por un instante;  pero si, de vez en cuando en la noche,  me prenden luces directo a la cara que lógico me despierta;  pero me he acostumbrado tanto que digo:  Ah, eres tú fantasmita,  déjame dormir!   jeje  Me volteo y sigo durmiendo.  Y estoy sola eh?

Temblores?  Tienen que ser muy fuertes para yo salir a la calle;  en otros,  espero tranquila un ratito y ya, ya pasó.

Gracias Benja querido, sería fenomenal reunirnos un día y estar contando nuestras anécdotas no?

Besos y abrazos amigo mio!!