MICHINA

[Edith Elvira Colqui Rojas]

 

 

De abundante pelaje y suave como seda, es Michina, mi gata, un personaje encantador. Sus ojos soñadores parecen bombillas alegres luminosas de bello color.

Tiene mi gata atigrada dibujada una "M" en la frente que la hace una gata especial.

 

Es cariñosa como un caramelo dulce, le llamo por su nombre y vienen moviendo la cola y bailarina como inquieta mariposa.

 

Le gusta dormir en el sofá, jugar con lanas de colores; es la niña de mi corazón.

 

Come galletas, pero también comida de casa, es buena mi gata Michina, todo lo que le dan acepta, pero el plato favorito de mi plomiza, son los restos de atún que quedan en nuestras latas que consumimos, allí mete el hocico y lame y relame hasta que termine su amplio festín.

 

Es muy cariñosa y divertida, además de ser sagaz cazadora de ratones, a los que luego de atrapar se da el lujo de jugar con sus cuerpos como si fueran pelotas de vóleibol.

Pero nosotros le decimos: ¡Michina basta ya!, ella los deja en el suelo medios muertos y nosotros los llevamos a botar.

 

Es muy ágil la ladina, escapa rudamente cuando hace una travesura en el hogar; es nuestra joya singular.

 

Cuando me siento en el computador a escribir mis poemas o relatos, es mi fan número uno, pues siempre me acompaña sentada junto a mí en una silla cercana. No duerme hasta que yo termine de escribir, y de madrugada, ya cansada, cuando el sueño le quiere ganar, entre cierra los ojos y los abre forzadamente, vigilándome aún, ¡Es una gata noble fiel y leal!

 

Michina es una gata soñadora como yo, la veo junto a la ventana mirando la gente y niños pasar. Ellos la quieren tocar y ella tan gentil les responde con un maullido especial y les ronronea demostrando cordialidad.

 

Michina es de color plomo, con ojos vivaces, cariñosos y cálidos con ternura de sol.

 

Michina, ¡mi gata, amiga hermosa, nunca me vayas a faltar!, tú vistes la casa de rosa, de alegría primaveral.

 

Todos en casa la queremos, a todos nos acompaña en algún momento del día.

Es muy amorosa como una rosa abierta; nos recibe con un maullido al llegar del trabajo o estudio en el hogar.

 

Ayer murió Michina, fue embestida con un perro lugareño. Con sus ojos de luna que brillaban más que nunca, me dio el último adiós y cerró como princesa dormida los ojos, entonces, con llanto fúnebre de crespón, la llevamos a enterrar. Su cuerpo frío no extingue el amor que le prodigamos sin cesar. En nardos y azucenas de gratitud siempre la vamos a recordar.

 

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

 

[Edith Elvira Colqui Rojas]

Gracias Bety querida

[Edith Elvira Colqui Rojas]

es verdad apreciado poeta Ronyy

[Edith Elvira Colqui Rojas]

Gracias Magi hermoso, así es la vida, qué se hace.

[Edith Elvira Colqui Rojas]

Es verdad Aimee hermosa

[Aimee Granado]

Muy lindo tu relato, nos detallas con tanta fineza cada vivencia con tu gatita traviesa que también me he quedado prendida de ella.

Tristemente ya no está a tu lado físicamente, pero sí ocupa un lugar preciado en tu corazón y ese amor es para toda la vida.

[Levy Ronny Benlabrat]

Superar la muerte de un animal que ha formado parte de la vida cotidiana, él que ha entregado su amor incondicional y al que le hemos dedicado nuestro tiempo y cuidados, es siempre difícil sobre todo cuando se trata de una muerte sorpresiva por un accidente.
Yo sigo viviendo con mis cuatro gatos, ellos me acompañan desde que era un niño, cuando uno de ellos fallece siento que he perdido al compañero que todos los días me divertía, me alegraba, a ratos me preocupaba cuando paraba de comer, jugar... ciertas personas no entiendan que la muerte de la mascota es algo doloroso porque nunca han tenido una.
Muy triste es perder tu adorada mascota, tenemos siempre que comprender que tarde o temprano nos quedamos sin ese adorado animalito.
Ronny

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

¡Oh que penita mi querida Elvira,  qué penita que tu gatita tan linda y cariñosa se haya ido al cielo de los gatos!   Ese final me entristeció.  ¡Cuánto se quiere a las mascotas!   Cada uno tiene su forma de ser,  se resienten,  se ponen  "celositos"  pero casi al instante se les pasa.  Yo tengo perros,  ahora son cinco;  ay se murió mi Timo también!!  El era mi engreído!

Esa gatita tuya,  solo se ha trasladado de sitio, antes estaba por todos lados en tu casa,  ahora habita en tu corazón!

Me ha gustado saber de tu gatita Elvira,  el amor a los animalitos  ennoblece el alma!!

Un abrazo, amiga!

Gracias por darnos a conocer más de ti!