Dicen que el mar es celoso porque no puede callar todo su llanto y su gozo pero puede suspirar.
¡Oh!, linda mujer soñada que vino vida a turbar sobre la desierta mar que puede ser enseñada, con las aguas engañada y lo cálido brumoso que viene tan amoroso; muchos dicen que eres mía; como el mar me discutía, dicen que el mar es celoso.
Yo quisiera, bella mía poner el mundo a tus pies, pero lo pienso en la mies, porque no me viene al día que este amor que no vivía ni que lo quiera quitar sea cual sabio repicar de un sonsonete querido; que ya supe que está herido porque no puede callar.
Quisiera volver un día a ver tus ojos marinos con un color como pinos que semejan melodía; yo con toda mi osadía los comparo con un pozo con el que siempre me rozo; porque tú me diste amor y el mar dio todo sabor, todo su llanto y su gozo.
¡Oh!, luna que vuelve un día tu bello ser a turbar y también a ese cantar que se burla en simpatía del que busca su alegría y que a la orilla del mar no permiten sollozar; lo que quisiera él hacer por su precioso querer, pero puede suspirar.
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