Hace tiempo, madre,
que tu imagen menuda
da vueltas alrededor
de mis letras...
recuerdo tus manos
cuando ya la muerte
se ensañaba contigo
y un silencio denso las vestía…
manos sarmentosas,
cuerdas tensas,
pequeños garfios anudados,
llenas de las huellas ocres
dejadas por el tiempo…
años de labrar jardín,
lidiando con azada y rosales,
llenando ese orbe
de pequeños milagros.
Araña laboriosa
que tejiste mil sutilezas
mientras en tu otro reino:
la cocina, con aroma
a orégano y tomillo;
obraste maravillas.
Las manos no podían ocultar
la marcha inexorable del tiempo
-¡qué sinceras son las manos!-
ni la entrada inminente
en ese crepúsculo
tras el cual terminarían
todos tus afanes.
Delia Checa
de mi libro “Poesía”
Mendoza, Argentina
2014
Comentario
Muchas gracias, querida Edith.
Cariños.
Qué bello amiga
Te agradezco de corazón, Liliana, tu bello y cálido comentario.
Este poema lo dediqué a mi madre, ayer (7/5) hubiera cumplido 102 años.
Abrazo.
Delia
Araña laboriosa
que tejiste mil sutilezas
mientras en tu otro reino:
la cocina, con aroma
a orégano y tomillo;
obraste maravillas.
Que belleza de poema,transmite tanta dulzura!
Gracias
mary
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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