Ámame.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Ámame.

Ámame con la suavidad de la brisa y la intensidad de tu mirada, con la terquedad de las olas y la dulzura que habita en tu alma. Con la delicia de tus besos en cascada y tu pasión corriendo en mi como río crecido.

Con las llamas del infierno consumiendo lentamente los sentidos. Ámame con la fuerza del tifón y con la exquisita ternura del colibrí,

con la furia del Tsunami y la delicadeza de los pétalos sedosos de una flor.
Tómame con la locura que provoca la inocencia y con la cordura que van dejando los años.

Déjame sentirte mía en la totalidad de tu cuerpo y trenzarme a ti como frondosa enredadera.
Hazme tuyo sin tener dudas ni remordimientos.

Ámame esta noche y las mil noches venideras,

yo te amaré todos los días sin guaridas ni pausas o fronteras.

Déjame sentirte como torrente de agua fresca que inunda los poros ansiosos de mi cuerpo,

déjame beberte y saciar la sed de amor que por ti tengo.

Ámame en cada suspiro que brota incandescente de tu pecho,

en el gracioso aleteo de tus pestañas,

en cada amanecer que llega a la mañana.

Ámame sin prisa y sin temores, y cuando sientas miedo,

ámame aún más que yo te amaré sereno a cada latido que de tu corazón pueda escuchar.

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.

Derechos reservados.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Senda,

Gracias por tu visita y tu bello detalle.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

María Beatriz,

Agradezco infinitamente tu amable comentario.

Saludos y bendiciones!