Madre.
Me abrazo la muerte por tu decisión absurda,
por tus temores, por tus angustias,
porque fuiste débil en la lucha,
porque tu amor no alcanzó para protegerme.
En tu momento de locura me abatiste,
me desechaste como papel al viento,
como fruto podrido,,, sin lamentos!
Yo que quise conocerte,
que quise sentir tu abrazo,
de tu pecho alimentarme.
Yo que quise llamarte “madre” y regalarte mi alegría.
Yo no quería morir, tu me mataste madre mía.
Carlos Eduardo Lamas Cardoso.
Derechos reservados. Registrado ante Derechos de Autor de la SEP.
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME