Mágicas bóvedas
Te sobrevolé con fuerza.
Quise detenerte en tu ruta.
Estabas determinado a seguir tus sueños.
Y yo pude detenerte,
Te hice mío.
Mostré ante tus ojos asombrados
mis colores más íntimos.
Con la punta de mis dedos
acaricié tu alma noble,
enloquecida hice piruetas en tu pecho.
Me bebí uno a uno tus besos,
tomé el brillo de tu esencia
y la hice mía.
Cansada de ver la tristeza de tus añoranzas
te dejé partir,
Ir tras tus quimeras,
saciar tu sed en misteriosas fuentes,
dibujar con tus halas rascacielos,
escuchar mi eco en bóvedas ocultas
bajo el manto imborrable de la vida.
Constantemente miro al cielo ahora
esperando saber dónde te encuentras,
sacar fuerzas de donde no las tengo
y acompañarte en tus triunfos o derrotas.
Triste de mí,
mi nido está vacío.
Carmen Amaralis Vega Olivencia
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME