Se me murió tu nombre entre los dientes,

y no hubo funeral, ni flores, ni despedida.

Solo un silencio largo, como de gente

que espera algo que ya no tiene vida.

 

Te llamé en cada sombra de la casa,

y respondía el eco, no tu voz.

Las fotos me miraban con la amenaza

de recordar lo que fuimos los dos.

 

Yo, que fui tu abrigo cuando ardías,

me convertí en ceniza en tu abandono.

Tú, que juraste amor todos los días,

me dejaste desnudo hasta del tono.

 

¿Sabes lo que es llorar sin hacer ruido?

¿Lo que es dormir con odio en la garganta?

Amarte fue clavarme un cruel silbido,

fue sostener la soga que me ahorca y canta.

 

Ahora vivo en la trinchera del que espera,

del que no olvida, pero ya no insiste.

Amarte fue guerra, fue frontera,

y tú, la patria que nunca exististe.

 

 

 

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Comentario

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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