Llegó la hora
Llegó la hora que tanto temía,
ya se estrelló en mi frente
el relámpago frío del otoño.
De mi negra cabellera
sólo quedaron hilachas blancas,
y en mi memoria
el tiempo que se acumuló
y mil enmarañadas historias.
Fueron tantos soles que rondaron
por mis vergeles,
que secaron mis frutos
y hoy, ni mis cobrizas pisadas
dejan huellas.
Voy sucumbiendo por entre
viejas palmeras,
esperando el viento del norte
para que aplaque mis calores,
porque aunque ya me aplasta
el peso de los años,
todavía mi corazón trina de amores.
Fue larga y agotadora la jornada,
que mis dolidos pies no soportan
otra larga caminada,
aquí me quedo viéndome
en el espejo de antaño
y esperando la llegada,
de la que nadie espera.
Y cuando llegue el momento
de mi partida,
no estarán ahí , ni mis hijos,
ni mis amigos,
estaré sólo con mis libros
y en mis labios, el último beso
a aquella mujer,
que sin saberlo,
fue el motivo de mis pasiones.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME