LIBERACIÓN

[Luis Ricardo Landeo Ponce]

LIBERACIÓN

Sentado en alguna esquina de mi corazón,
disfrutaba cada recuerdo con una canción.
En silencio y mirada enamorada, te amaba;
me decía una y otra vez: ¡Tú más que nada!

Me acostumbré a tu distancia y a tu tiempo,
al desdén de tu alma y tu mirada fría, lejana.
Tus palabras llenas de hielo, dura escarcha,
me volvieron errante témpano en el océano.

El calor de lejanas costas y cálidos abrazos
tornaron mi gélida naturaleza, flama intensa
y dulce reposo para la bella de los encantos,
quien sanó con almíbar y amor mi añoranza.

La arena de mi reloj tantas veces ha rotado,
contando el tiempo con mis versos y cantos.
Compás de latidos de mi corazón enamorado
que se deleita con fragancia de sus encantos.

Ya te olvidé y puedes sentirte por fin liberada.
Puedes hacer con tu hielo una isla congelada,
donde puedas reinar, por siempre, encantada.
Desde mi idílico cenit te digo: Tú ya eres nada.

Luis Ricardo Landeo Ponce
Lima - Perú
Derechos reservados

[Liliana MarIza Gonzalez]

La arena de mi reloj tantas veces ha rotado,
contando el tiempo con mis versos y cantos.
Compás de latidos de mi corazón enamorado
que se deleita con fragancia de sus encantos.

Un buen poem del adios

Donde solo es un mal recuerdo...

Bravo!

mary

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Estupendo poema del adiós, Luis Ricardo!

[Aimee Granado]

Y has descubierto nuevamente el amor, ese que todo lo multiplica y lo hace placentero, con el abrazo tierno, con la calidez de la mirada, con la fragancia de su néctar sublime.

Y atrás quedó el mal recuerdo, la frialdad, la apatía y la indolencia de quien no supo alimentar el amor y se quedó congelada en su propio desdén.

Gracias por compartir con nosotros tu creatividad y talento.

[Delia Pilar]

Muy buen poema, pleno de belleza y muy bien estructurado.

Y sí, Luis, la frialdad termina reduciendo a la nada los sentimientos más intensos. 

Te agradezco la obra que hoy nos compartes y felicito tu inspiración.