LAS ROSAS DEL SILENCIO
No sé como empezar, este poema
Para escribir en él, cuanto te quiero.
Cuantas cosas que tengo para darte
Y no sé que hacer, amor cuando te veo.
¡Quiero gritar! Eres mi vida, mi dios ,
Mi mundo nuevo.¡Escúchame! dame tus besos
Y tan solo de mis labios apretados
Nacen rosas que florecen en silencio.
¡Te quiero! Grito y me avergüenzo
De escuchar mi voz, temblor y miedo
Que otros sepan mis desvelos;
Pues mis sueños quieren ser tan solo míos
Aunque nunca tu sepas de mis rezos
Aunque nunca respire de tu aliento,
Callado y sin razón es mi silencio.
Me detengo a juzgarme y me revelo
Contra esta timidez que es mi tormento,
Contra este amor, torrente imparable,
lava ardiente de un volcán dentro del pecho
y mis labios apretados, anhelantes
no se animan a decirte que te quiero.
Cuanto amor tengo para darte,
Cuantos besos para beber tu aliento.
Y morirme en tu piel a cada instante
Abrazado a las líneas de tu cuerpo.
Y en un rose tembloroso de tu boca
Renacer para morir de nuevo,
Mirarme en el espejo de tus ojos
Mimándote saciado y sediento.
¿Quizás? Nunca diré que yo te adoro
Y aunque nunca sea dueño de tus besos
Más nunca te querrán como te quiero.
Con la pasión, salvaje instinto
Que vibra en cada poro de mi cuerpo.
Y tan solo de mis labios apretados
Nacen rosas que florecen en silencio.
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