Lamento
No sé quién más la lloró aquella mañana triste,
Pero aún perdura en mí su dolor y su amargura,
Llevo conmigo la misma aflicción de aquel amargo día,
La misma desventura, el mismo desaliento,
Que me escolta desde aquel doloroso día.
La limpia estrella de sus pardas miradas
Todavía alumbra mi longevo corazón en las noches frías,
Su fuego arde en mí y se convierte en incendio
Cuando en el silencio de la noche.
Grito su amado nombre, ¡¡¡CRISTINA!!!
Comentario
Marco,
Bello y doloroso poema. Felicidades!
Saludos y bendiciones!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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