LA TIERRA PROMETIDA

[JORGE SERNOQUI]

LA TIERRA PROMETIDA

Por el surco que deja el mancera,

la esperanza se vuelve semilla,

se van pintando de oro los campos,

esperando el tiempo de trilla.

el sudor que produjo el cansancio,

será pan en la mesa tendida,

y en el beso profundo de un hijo,

la alegría de estar en familia.

Santa Fe, va naciendo despacio,

con el duro jornal de los días

y siguiendo el curso del río,

las ciudades de a poco se alinean,

llegan barcos allende los mares,

a buscar sus porciones de vida,

con los frutos que les da ésta tierra,

llevarán sus bodegas henchidas.

La invencible que nace en el surco,

con el sol industrial se ilumina

y florecen los campos de soja

afianzando sus raíces indias.

le ganan las chacras al monte,

el maestro enseña y predica

con un sueño de abecedarios,

se hace grande nuestra patria chica.

Que un cielo de mil chimeneas,

tome el rumbo por donde venía

y florezca de nuevo el trabajo,

olvidando a tanta desidia.

Santa Fe ha de ser la invencible,

como nuestros ancestros querían

y en el humo de esas chimeneas,

se abrirán horizontes de vida.