LA RANCHADA DEL ANTONIO
Medio escondido en el monte
al terminar la picada,
rodeada de algarrobales
hay allí una ranchada,
techo de media caída
con tierra apelmazada
sobre paja de cimbol
y fuertes palos de tala;
afirmados sus cimientos,
en horcones de quebracho
que se aguantan todo el peso
sosteniendo a esa ranchada.
Es la casa del Antonio,
peón puestero de la estancia,
costurero en cosechas
y hachero cuando hace falta;
Doña Gringa es su mujer,
paisana de pocas pulgas
con una mirada franca,
que ni bien despunta el día
la encuentra trabajando,
los quehaceres de la casa
y mientras prepara el mate,
el agua a fuego lento,
va calentando en la pava.
Tres vacas, ovejas, chivos,
gallinas y hasta una chancha
con sus catorce hijos,
son todo su patrimonio,
además de dos caballos
y también una volanta.
Que casi todos los domingos,
los acercan hasta el pueblo,
o a casa de algún vecino
en visita acostumbrada,
ni que hablar si hay baile
les sacan brillo a la pista
y a puro chamamé,
se prenden en la bailanta.
Así de simple es la vida,
quienes dan sin pedir nada
son felices a su manera,
total ¿Qué les hace falta?
Si tienen todo el paisaje
el monte y las aguadas,
el cielo cayendo a pique
detrás de los algarrobales,
allí, hasta donde alcanza
en distancia la mirada
¿Y para qué pedir más?
con todo eso les basta,
aparte están los chicos
que llenan de alegría
el patio de esa ranchada.
Para el Antonio y la gringa,
nada más les hace falta,
si decir felicidad…
¡Es estar llegando a casa!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2024 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME