LA PALOMA DE LA PAZ

[JORGE SERNOQUI]

Cuando Yugoslavia era todavía una nación, Chechenia soñaba con ser libre, África quería poder comer todos los días y erradicar el sida; los Argentinos, todavía teníamos utopías.

LA PALOMA DE LA PAZ

Quiso volar la paloma

sembrar semillas de paz,

proteger la ecología

limpiar de basura al mar

y vio que muere la vida

cada día un poco más...

no toma conciencia el hombre,

que destruye su hábitat.

Vio que Ruanda la miraba

tras los ojos ahuecados

de un cráneo despellejado

por una lucha tribal,

y el esqueleto del hambre,

le mostró en Somalia

que hay un buitre esperando

a que un niño se muera,

mientras observa su agonía.

Que África negra se encuentra

acosada por el sida,

y le hace ronda la muerte,

mirándola con desidia.

Entre el odio y el horror

Sudáfrica en blanco y negro

trata de enterrar fantasmas,

soñando un tiempo mejor.

Irak muestra los escombros

de una lucha desigual,

intereses solapados

ocultan tras un disfraz,

que se ha liberado a un pueblo

masacrando a los demás.

Como objetivo, el petróleo,

aún a costa del terror,

que los dueños de la guerra

miran por televisión.

Yugoslavia se desangra

fraticida y sin razón

la vida pende de un hilo,

o de un francotirador.

Chechenia quiso ser libre,

y la pisó el opresor;

las leyes la dicta siempre

el que maneja al cañón.

Latinoamérica oprimida,

no encuentra su redención

el falso Dios del dinero,

es rey, patrón y señor.

Agobiada por sus deudas,

no puede elevar su voz

y el indio,

primer dueño de las tierras,

es un paria en su región.

Siguió buscando en su vuelo

las semillas de la paz,

pero guerra y ambiciones

tan solo ha podido hallar,

cada vez está más lejos

el sentimiento de amor;

el hombre abona el camino

de su propia destrucción.

Como mirará su cielo,

si ganó la polución;

¿a quién le dirá hermano?

si sin hermanos quedó,

por más que tenga una Biblia

nunca tendrá a su Dios.