¡Cuántas víctimas inocentes de la corrupción! ¿En qué consiste este fenómeno? Se cataloga como un mal de la sociedad “expandido, compartido y tolerado” por sus integrantes y que consiste en actos que vulneran la moral, las normas de la sociedad y/o la ley.
Una forma de sus variantes que afecta los derechos y economía de amplios sectores de la población es la corrupción pública. Esta se basa en la creencia de que la función pública es para beneficiarse uno mismo, la familia propia y los amigos. Argentina no es para nada ajena a esta práctica. Se ubica en el puesto 107 entre un listado de 175 de los países más corruptos.
Esta actitud no solo se encuentra entre humanos, también la ostentan los chimpancés, hormigas y abejas (según el autor del libro-fuente). En la sociedad humana la presentan diferentes estamentos de esta: poder político, empresarios, dirigentes de instituciones, empleados y la sociedad en general.
Este fenómeno se estudia desde la sociología, ciencias políticas, historia y derecho. Las causas pueden ser biológicas, psicológicas, culturales y sociales. Algunas investigaciones demostraron que la falla en la observación y vigilancia social junto con la oportunidad facilitan este acto naturalizando el delito. En general, se considera que, sin importar edad, clase social, cultura, religión, condición económica, el Hombre es corrupto por naturaleza; piensa primero en él y, secundariamente, en las reglas morales y sociales. La ley y la mirada social regulan su comportamiento social. La corrupción es la norma social durante la mayor parte de la historia, el concepto de que “todos somos iguales ante la ley” es relativamente nuevo y actualmente hay países donde esto se desconoce.
En encuestas hechas entre argentinos una buena parte de ellos (24 %) opinaron que el ascenso social se obtiene por el fraude o la corrupción, herencia (21 %), educación 16% y solo el 13% por el esfuerzo propio. El no cometer actos de corrupción está a favor del beneficio de la comunidad y el progreso social.
Si bien el cometer o no actos corruptos es una decisión individual, no hay seres corruptos sino hay una sociedad que los tolera.
Situaciones como las crisis saben servir como justificaciones del corrupto utilizándolo como coartada, cuando la crisis es propulsora y protagonista de esa crisis. La corrupción en un país llega a extremos en que se sanciona y es motivo de burla el individuo que no se “prende” a ella. En esos países la sociedad entera debe adoptar esta actitud.
Es importante remarcar a los miembros de la sociedad los beneficios de la cooperación social aún con aquellos que se obtienen a largo plazo... Ejemplo: El pago en tiempo y forma de los impuestos que la beneficiarán con mejores servicios públicos.
“Sin castigo, ejemplos y sanción social” esta conducta tramposa se generaliza convitiéndose en norma establecida.
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Delia Checa – D.A. R.
Mendoza, Argentina - Abril, 2024
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