LA CONFIDENTE

[Santos M. Gonzalez]

LA CONFIDENTE

 

Es muy tarde y me desperté  a medianoche

la madrugada se hizo muy oscura,

es difícil admitir pero sentí

entre sollozos lamentos del viento

 un miedo atroz y debo aceptarlo.

 

La bruma es muy densa

y la ventana se ha empañado de horror,

mujer, abrázame y no me sueltes jamás,

cúbreme con tu piel de seda

y vamos a unirnos con hilos de plata.

 

Siento mucho temor  en este momento

sentir miedo para que te quedes conmigo,

es la escusa perfecta para indagar

el temor  que siento aunque te amo

y el amor cada día es más  fuerte.

 

Y esta noche quiero  llenarme de tu pasión,

contemplo tu ternura  al tocar tu hermoso cuerpo

estas dormida pero quiero un beso estrujado en tu boca,

levantarte mi amor que deseo agarrar tu piel

hasta estirarla y contraerla sobre mi cuerpo.

 

Soy quien te ama

y mis manos tiemblan, no lo niego,

eres la mujer más intensa y no grito tu nombre

porque ya, todos se enteraron que gimes de deseo

 y aprietas mi mano fuertemente.

 

Recuestarte en la almohada ella conoce

mis secreto, mis intensiones,

ella es mi confidente perfecta,

mil veces se lo he dicho lo mucho que te amo

y eres mi chocolatito blanco que deseo probar…

 

Eres el templo de fuego que deseo edificar el amor

y lo  construyo en tu vientre  cada noche

al derramar cada gota del elíxir del amor y mi derroche

en la fe, la esperanza y el propio amor

de tenerte por siempre …

 

Santos M. González

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