LA BRUMA ERRANTE
En un herbazal las flores temblaban
por el fuerte soplo de la brisa,
luego llegó la bruma errante sin prisa
que arboles asoleados esperaban.
Las dulces alegrías allí reinaban,
y todos escuchaban la humana risa,
y suaves cantos que provocaban sonrisa,
y de las aves que a descansar arribaban.
Y llegó la noche tan silenciosa,
y los pequeños seres ya lo sabían,
hasta la luciérnaga luminosa.
Plantas silvestres despacio se movían,
y dormía la golondrina airosa,
y las tristes pesadumbres no existían.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D . R .
Comentario
Elias Antonio Almada, estimado amigo, te agradezco la visita a mis letras.
Me alegra que te hayan gustado.
Un saludo fraternal.
Precioso, me encanto leerlo
Gracias
mary
La naturaleza siempre inspiradora. Placer leerte, Jesús.
Saludos Poeta.
Hermoso soneto dedicado a la naturaleza estimado J.Jesús, así provoca caminar por esos verdes prados, donde el Sol nos acompañas iluminando los senderos. Saludos y abrazos fraternales.
Benjamin Adolfo, estimado paisano poeta, es muy grata tu visita a mi pagina.
Me entusiasma que te haya gustado el soneto.
Recibe con afecto un cordial saludo en la distancia.
Beto Brom, gentil amigo poeta, bienvenido a mis letras.
Celebro que te hayan agradado.
Recibe en la distancia un saludo fraternal.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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