Crepúsculo  ardiente

tan infernal,

las culebras huyen arrastradas

a tus pies,

para no que quemarse .

en la hoguera

del deseo.

 

Tus beso marcados

acompañados

por un torrente viento,

que me llevan a tu brazos,

me elevan a tu cielo

trayéndome a la vida,

nuevamente...

 

Creí que todo era una farsa

desde el principio,

soy un  incrédulo esqueleto

lleno de gusanos

y me niego a morir.

 

  

Hoy me encuentro

en un remanso de paz,

donde yace

mi cuerpo,

que murió en tus brazos

inesperadamente.

Vuelves  a iluminarme

unas vez más,

con el candil

de tu espíritu,

vienes con el mismo  

Ímpetu, 

como todos los años

con tu hermoso traje de novia, 

acompañada de tus  llantos salados

en tu  rostro

que parecen ríos

bajando

por tus mejillas.

 

Recuerda cuando

jugábamos

en aquellos tiempos,

por los

campos del cementerio

y nos juramos

amor eterno,

en este mismo lugar,

tan macabro .

 

El amor

no ha muerto,

solo espera

para unirnos

a su

debido tiempo,

    porque esta

es

nuestra fatídica  

historia de amor.

 

Santos M. González

Derechos reservados de autor

 

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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