INSENSATEZ
Hubo una noche, por más que no se crea,
en que mi corazón no me creía.
Imaginen ustedes, dantesco cuadro, yo,
mi persona, mí mismo, insensato,
con profunda pérdida de credibilidad.
Sufrí esa noche, y a la mañana siguiente:
era una pesadilla atroz. Y ya en la vigilia,
no sólo era un mal sueño, sino un presagio.
Costó mucho trabajo pero corregí el mal.
No fue sencillo, así ustedes lo imaginen;
sólo fue asunto de usar argucias
de todos los días: me engañé y ya estuvo.
Comentario
Es cierto que la insensatez nos golpea con su nigromancia, aún en la adultez después de enfrentar tantos desafíos, esta puede llegar a desequilibrar nuestra esencia y conducirnos hacia direcciones equivocadas. Es propio de la vida y de sus vulnerabilidades, somos humanos y aceptar que nos equivocamos es de valientes. Lo importante es saber enfocarnos en nuevos proyectos que estén en concordancia con nuestros intereses y no no alejen de la sabia virtud y su vigilia consciente.
Muy buen aporte que nos deja tu talentoso hacer poético que invita a la reflexión.
Los años amigo, por un lado nos hacen ser más reposados, sabios; por el otro lado y vaya a saber por qué, pero algo con más continuidad se nos escapa y no retenemos, es lo más normal; y, actuamos como tú, insensatamente.
Esto en la mayoría de los casos, porque creo que el hombre mayor en general es proclive al reniego, al aburrimiento como un niño; aunque hay excepciones. Con los años volvemos a ser niños en nuestra forma de ser, eso dicen los "sicolocos" je je
De hecho somos mejores personas como dice Ronny, porque tanto y tanto darle a la vida, ni que uno fuera muy torpe para no comprender y darse cuenta cómo son las cosas, estando en el umbral de mayores te vas volviendo más reflexivo. Así que, recuerda como has sido de niño, que a la entrada de más años, tendrás mucho de lo que fuíste, teniendo desde luego más tolerancia, comprensión y cariño. Si, porque uno se vuelve más sensible.
A muchos se les da por contar sus historias, a otros por dar consejos o ser chistosos o a ser perfeccionistas como yo, todo quiero en orden; otros y no se por qué se quedan mudos, con las justas hablan ja ja ¡Ah! Y guardan, ya guardamos con más continuidad nuestras cosas en el último rinconcito de sabe Dios dónde, tanto que después no recordamos donde lo hemos escondido jaja
Gracias Benja, lo que te ha pasado nos pasa o pasará a todos. Nada del otro mundo, eso si procuremos vivir lo que queda de vida con mucha, mucha alegría, es lo que calmará en caso que quedes viudo, nuestra disfrazadita soledad; disfrazada porque es uno quien se aísla.
Besos mi buen amigo
Todos padecemos de una cierta insensatez mas con la madurez
aprendemos de nuestras propias flaquezas y debilidades naturales, la Navidad nos enseña a ser mejores personas en la vida.
Gracias y feliz Navidad.
Ronny
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