Infierno.
Bienvenido al polvo y a la ceniza
al fuego eterno y al rechinar de dientes,
a las mortajas podridas
detenidas en la ausencia del tiempo.
El dolor es un fragmento de segundo que dura una eternidad.
Se doblan los huesos, se quiebran…
Se desprenden las uñas que como puñales se entierran
en los roídos restos de tu humanidad.
El espíritu se transforma en agonía,
en llanto seco y eterno que se vierte en el alma calcinada.
Aullidos infernales taladran tus sentidos
te llaman a mil voces y te roban los latidos.
Eres una piedra arrojada por la coladera hacia el infierno
brasa que se quema en lo profundo y desesperado de tus sueños.
Despierta, despierta y vive tu martirio eterno
consecuencia de tus actos y de tu actuar enfermo.
Bienvenido polvo y ceniza.
Carlos Eduardo Lamas Cardoso.
Derechos reservados.
Comentario
María de los Ángeles,
Muchas gracias por tan bello detalle.
Saludos y bendiciones!
Elías,
Muchas gracias por tu presencia en este escrito.
Saludos y bendiciones!
María Clemencia,
Muy amable eres al pasar a leer este poema y dejar tus lindas palabras y detalles..
Saludos y bendiciones!
Lissette,
Muchas gracias por tu lectura y tus palabras.
Saludos y bendiciones!
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