HORADABAN LAS ROCAS A SU PASO
Sus lagrimas mas tristes y ardientes,
horadaban las rocas a su paso,
su ilusión era un final de ocaso,
y varias cosas dejaba pendientes.
Por su juventud eran esos accidentes,
todo para él era un vil fracaso,
de su pasado no hacía repaso,
ni buscaba los más dulces alicientes.
Por una mujer, el amor lo atormentaba,
él bien iría al mismo polo por ella,
y andaría sin parar porque la amaba.
Al ver lo que sufría por la bella,
varios le dijeron cuanto les calaba,
que mejor se buscara otra estrella.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
DCUHE. México. 2017 .
Comentario
Elias Antonio Almada
Estimado poeta y amigo, gracias por visitar mi pagina y por dejar tan especial comentario.
Recibe un fuerte abrazo fraternal.
Bendiciones
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