«Historia de un Amor Esperado»
En mi pecho late un silencio antiguo,
tejido con hilos de espera y de calma,
como el roble que crece sin ruido,
con raíces en sombra y copa en el alma.
Desde la ventana —marco de anhelos—
contemplo el sendero que el polvo ha marcado,
serpiente de tiempo entre campos vacíos,
donde el viento murmura lo nunca olvidado.
No corrí tras sueños ajenos ni sombras,
ni tejí promesas con hilos de humo;
mi amor no es espejo que miente ni brilla,
es hogar que arde sin hacer ruido.
Él anduvo perdido entre ecos rotos,
buscando en otros lo que en sí no hallaba:
un amor perfecto que solo hería,
una luz que en su pecho se apagaba.
Mas el alma cansada, al fin, reconoce
cuando el puerto no miente ni huye:
cuando el refugio no pide razones,
solo abre la puerta… y acoge.
Llegó una noche de viento y de estrellas,
con los ojos cargados de preguntas sin voz;
yo no hablé, solo encendí la lumbre,
y en mi mirada le di lo que Dios.
No lo salvé: lo dejé ser.
En mi silencio halló su verdad;
mis brazos no fueron cadenas,
sino alas para su libertad.
Hoy duerme tranquilo, sin miedo al pasado,
y el camino ya no me llama con ansia.
El amor verdadero no se busca:
se reconoce… y se abraza.
© Natuka Navarro – Luna Poetiza
Obra registrada en SafeCreative (Códigoo: 2510233461618)
Escribo para que el silencio no duela.
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora.
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