Yo que crecí jugando a las orillas del mar,
yo que recorrí con los latidos del alma,
los senderos dulces de costas y valles azucareros,
auto desterrada anduve la sierra y selva amada,
respiro gozosa las huellas verdes de mi caminata,
como el alma penitente hoy recojo mis pasos,
son letras de mi historia sembrada.
Desde el principio es el fin y motivo de la vida,
Viaja el agua dentro y fuera de la masa,
desde el comienzo de los comienzos.
Desde que se gestó el primer pensamiento,
la tierra está unida al agua en manos del labriego,
del pescador, del granjero
de la familia en su hogar
…como algo esencial.
Cuando las aguas tocan
en el ocaso del mar
con amarillo y naranja,
Cuando las aguas tocan,
sombra verde esperanza
en la soledad y silencio
en el desierto y nevado.
Vuelven en secreto anhelos,
...regresar al hogar.
Bajo la lluvia, en planos senderos,
de concreto armado,
sobre pistas y veredas,
...aguas corren y corren,
cual ríos sin orilla ni cauce,
espejo de transeúntes y ciudades,
en su brillantez me miro y estremezco,
cuerpos de gente que pasa,
cual cirios luminosos andantes.
En un resplandor dorado naranja,
cruzan sombras negras en contraste,
que el ocaso aproxima instala y desborda,
en un viaje de retorno,
a guardado paisajes,
caminos de agua a caudales;
campos de alegría infantil
con sabor a huerta,
a caña de azúcar quemada,
agua ancestral heredada... saboreo,
agua de vecinos, padres,hermanos.
Murmullo claro de antigua libertad.
Retorno a sus,verdes valles, playas y veredas
miro la tierra amada en noche oscura,
su savia sangre irriga mis hayas,
soy dueña de la esperanza y su espesura,
vuelvo y soy agua,crezco,sirvo...me evaporo.
El viento apenas puede mover mis ramales,
El tiempo y el progreso han sepultado mis añoranzas.
Bajo grandes ciudades han ocultado mis huellas,
El valle y la quema me devuelve párvulas caras tiznadas.
Mientras de los arrecifes emergen conchas,cangrejos y algas,
Sobre la arena escarchada y dorada la espuma me murmura,
secretos de amor escritos bajo el tapiz de sus aguas claras,
aguas claras que se visten y desnudan.
He vuelto...al valle de ríos y acequias,
de orillas resecas, de trailers y camionetas,
de hombres de campo, de manos callosas y pan en la mesa.
He vuelto al frenesí que me regala el viento,
viento que galopa sobre olas espumosas,
que roza la flor de caña y sus anchas hojas.
El mar susurra un canto,
relincho de un caballo de paso,
el zapateo de mi marinera norteña,
se humedecen mis pasos.
...He vuelto.
Autora: Adela Mendo F.
Trujillo-Perú
Noviembre 2014
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