Hijo, mi carne, mi sangre,simiente,
alborada que acuna mis entrañas,
don divino, de amor y esperanzas,
en el alma,en mis manos,en mi mente.
Entre pétalos de amor, envolvente,
te acarician, maternales quimeras,
senda oculta de azahares, sueñas,
para tu vida,mi vida, dulcemente.
¡Ah como vivir, nueve meses ,sintiendote!
la ansiedad no deja pegar pestañas,
noche a noche ,día a día,amandote.
Río de alegría,cristalino afluente,
donde me autodescubro, me enseñas,
a luchar por ti, aún contra la corriente.
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME