Llevadlo donde le dé el sol... Suave,
le despertaba antaño su caricia,
en su hogar, susurrándole de unos campos sin siembra.
Siempre, y también en Francia, el sol le ha despertado,
hasta hoy, que con nieve llegó el día.
Si algo pudiese despertarle ahora,
lo sabrá el sol, que es bondadoso y viejo.
Piensa cómo despierta a las simientes...
Desveló antaño el barro de una estrella ya fría.
Los miembros bien labrados y los nervudos flancos
—aún cálidos— ¿por duros no pueden ya moverse?
¿Por eso logró el barro su estatura?
¡Oh! ¿Por qué se afanaron los rayos del sol, fatuos,
y quebraron el sueño de la Tierra?
No está por demás saberlo,
lo fútil, no siempre es inútil,
eso se antepone a todo juicio
de valores y resulta importante
recordarlo siempre;
el prejuicio por la futilidad
de algunas cosas no siempre
resulto práctico, menos si se trata
de Poesía, en donde la sintaxis
juega importante papel y difiere
de la sintaxis común y corriente...
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME