Fui retirando odios en cada esquina y sembraba en su lugar poemas sin espinas

 

Fui retirando odios en cada esquina

y sembraba en su lugar,

poemas sin espinas,

me miraban curiosos

y divulgaban a los cuatro vientos mi sinrazón,

pero continuaba por las calles

llenando de dulces versos

a mi gente linda.

Sé, que de mis letras se burlaban

y también que no me entendían

y mientras mas odios recogía en cada esquina

mas rosas sembraba sin espinas.

No hubo quien me dijera que nada lograría,

pero no me importaba

las continuaba regando con el agua dulce de la poesía

las rosas que sembraba con amor

en cada esquina,

con la lírica perfumada,

 que emanaba de mi alma sencilla.

Me molestaban cuando escribía mis rimas

o cuando recitaba algún poema de mi vida,

también cuando declamaba en voz alta alguna bella poesía,

de Neruda, Federico, de Bécquer o de tantos

amigos del alma, invisibles.

Sentía que el mundo se me venia encima

y de a poco me fui quedando sólo  con mis letras,

mis prosas, mis verbos, mis metáforas

y mi vida llena de suaves palabras sin espinas.

Me dijeron calla tu voz que obstina,

entonces bajé por la cuesta de nobleza

y me arrincone solitario con mis rosas sin espinas,

entre los tristes versos,

que mi esencia lírica sentía

y caminé solitario entre versos y rimas

buscando palabras,

 consiguiendo metáforas,

 mis imágenes y mi vida.

Un día del sol radiante me llamó la vida

y me enseño un camino lleno de limpias almas líricas

corrí a sus brazos como un loco sin camisa

y me acuné entre sus letras,

 semejantes a las mías

llenas de rosas sin espinas,

de la nada encontré una nueva vida,

ya nadie se burlaba de las horas

en que encerraba escribiendo,

ya nadie querían quemar mis libros,

ni mis amadas poesías.

Y me hundí con ellos entre letras y alegrías

y hoy canto feliz junto a mi gente sensible y sencilla

los versos que brotan como manantial,

de mi dolida alma lírica.

Soy un orgulloso poeta,

 esa es mi vida

ya no me importa si se burlan de mis letras,

o porque recojo odios

y siembro rosas sin espinas,

porque hoy sé que existen en el mundo

otros soñadores como yo,

que también le cantan a su musa

sus mejores rimas,

 que también nacen de sus almas sensibles

y tan puras y líricas como la mía.

 

 

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Comentario

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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