Para Adolfo Araujo Iniesta, mi padre, que en paz descanse.
Desde que tardeaba el día,
tu día,
arrastraste a tus bolsas
a la noche,
tu noche,
y tu mirada se hizo gris
y ocultaste el sol
con tu espalda cansada,
los surcos de tu cuello,
tu cabeza pesada.
Ocultaste la luz,
tomaste el camino de la noche,
te vestiste de triste
y callaste;
así tu voz se hizo miel
de silencio.
Comentario
¡Qué lindo paseo fotográfico es el que nos regalas, estimado Amigo! Una familia preciosa de la cual has de sentirte muy orgulloso, y viceversa, Benjamín. Agradezco compartir. ABRAZO GAUCHO Y BUENAS ONDAS A TODOS.
¡Bendiciones y mil gracias querida Iris; buenaventura!
¡Qué homenaje poético tan acertado e íntimo nos compartes, querido Amigo! En pocas palabras, que son versos nacidos de tu alma de hijo agradecido, nos hablas mucho acerca de ese hombre que ha sido parte necesaria en tu gestación y Vida, mi estimado Benjamín. ¡Cuánto horizonte abarca esa mirada! ABRAZO GAUCHO Y MI MUY ESPECIAL AGRADECIMIENTO POR TU GENEROSIDAD.
"...Ocultaste la luz,
tomaste el camino de la noche,
te vestiste de triste
y callaste;
así tu voz se hizo miel
de silencio..."
Sentido y bello poema
que en versos de nostalgia evocas,
recordando a tu amado padre,
en la noche del silencio y de la tristeza,
pero en la calidad de tu cálido recuerdo
pervive por siempre esa luz.
Gracias Benjamín por compartir tu sentir filial.
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