Aquella noche,la luminosa luna llena permitió no encender faroles,en las angostas calles del pueblito de San Zenón.Era suficiente su pálida y mercurial iluminación, para distinguir en la oscuridad las cosas.En los cerros y en las orillas del poblado,algunos cactos y arboles semejaban figuras casi humanas,moviéndose con la luz de la luna esperando el amanecer.
La vida ahí era muy difícil,ya no se escuchaba como antes a los músicos llevando serenata a las muchachas.Ni los perros,ni los gatos y menos a los gallos,emitían ladridos,maullidos y cantos.Probablemente ya no existían por algún motivo.Todo era silencio en medio del frío que helaba hasta los huesos.
El destino les jugó una mala pasada a los habitantes de San Zenón.La ilusión de progresar en ese lugar, en ese trocito de tierra no se realizaba.
Para colmo de males esa noche se comenzó a nublar, y no pasó mucho tiempo para que empezara a llover.Los rayos rasgaban la sombra de la noche, y se quedaban gravados en la retina de quien los miraba.Mientras esto pasaba dos hombres conversaban bajo el techo de una casa.Uno era Eufronio, cincuentón de mirada tranquila y resignada, el otro era Crisógono, de la tercera edad, de cejas tupidas y pelo cano.Hablaban de la situación tan terrible por la que pasaban, mientras veían caer la torrencial lluvia.En eso estaban cuando llego corriendo otro hombre,buscando no mojarse.Saludo a los dos individuos y se presentó como Fermín el Poeta de la ciudad y enseguida preguntó.
-Disculpen,¿donde queda San Zenón?.
-Aquí es le contestó Eufronio.
¿que se le ofrece?-le preguntó Crisógono.
-Busco la inspiración.contestó Fermín con su voz suave y educada,mientras se sacudía el agua de su enorme cuerpo.
Fermín tenia el pelo castaño oscuro, y ojos pardos cubiertos por largas pestañas.Tenia manos grandes y bien cuidadas.
-Soy Poeta y quiero escribir sobre el campo,en la ciudad ya no encuentro inspiración,espero encontrarla aquí.
-Allá se escapó entre tanta gente, que camina de prisa, entre los carros,entre semáforos y se rigen por la moderna tecnología.
Busco volver a la naturaleza,a encontrar la vida natural.
-Pues lamento decirte que a mal lugar has llegado,-dijo Crisógono mientras quitaba el agua de su sombrero.
-Aquí nada pasa, -decía, con la mirada perdida en la lejanía,por donde se alejaba la tormenta,con ráfagas de lluvia y entre nubes semi oscuras.
-Aquí solo hay problemas y dificultades.-Parece que a nuestro pueblo le cayó una maldición.
-Que mal- dijo Fermín.-Pero algo bueno ha de haber,por ejemplo el amor.
-Ese sentimiento dramático y emotivo, esa braza ardiente que todo lo transforma,¿donde está?.
-Se ha perdido dijo Eufronio esbozando una sonrisa.-En San Zenón no encontraras donde hacer pinceladas poeticás,ni esos versos de amor que gustan tanto.
-Mejor vaya a otro pueblo, como el que esta cerca del río, ahí si tienen suerte.
-Casi todos los días se escucha música y risas.
-Pero por favor no pase por la casa de Nabor el enemigo de los espejos.Es peligroso llegar a ese lugar.
Fermín, mirando que no era ahí donde podría desarrollar su pasión por escribir, se despidió de Eufronio y de Crisógono.
Retornó a su ciudad, planeando regresar en un futuro a los lugares que le recomendaron visitar.
Visitar al pueblo alegre y bullicioso y ver que esta pasando, y a conocer a Nabor el enemigo de los espejos.
Motivo serán estos viajes de Fermín,de otro de mis cuentos.
J.Jesús Ibarra Rodríguez.
Delegado Cultural UHE.México.D.R.
2013.
Comentario
Jesús,
Muchas gracias. Siempre es interesante leerte.
Saludos y bendiciones!
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