Escucho tu voz, en esta noche de dolores,
donde el cuerpo siente la llama que consume,
del alma que prefiere estar dormida, a tus amores,
que no quiere pensar, mas aspira tu perfume.
Mi corazón cansado de amarte, en un suplicio,
se esconde entre latidos y vaivenes,
que llevan de la mano al precipicio,
teniendo de tu amor solo desdenes.
No quiero amarte, más que has hecho,
para que viva pensando en tus delicias,
que me encuentre la noche en mi lecho,
despierta sin dormir,deseando tus caricias.
Yo quiero olvidarme de ti, ya no pensarte,
rehuyo encontrarte, y hasta hablarte,
mas solo oigo tu voz, quiero besarte,
que necio corazón, deseando amarte.
Hay una lucha interna, una batalla,
se que no debo amarte, mas te amo,
que final tendrá aunque me vaya,
si cree mi corazón que eres mi amo.
Este mundo en que vivo, no lo entiendo,
sufre mi corazón, y se enajena,
te pienso a cada instante, y voy sonriendo,
y es que el amor es eso, una gran pena.
Las almas enamoradas no comprenden,
que hay algo más que amar en infortunio,
extasiarse en luceros que descienden,
mirando el bello cielo, en plenilunio.
El amor es misterioso, no lo entiendo,
a veces siento mi corazón adolorido,
una triste congoja voy sufriendo,
y sigue necio queriendo amar aun herido.
No quiero dejar de amar, algo tan mío,
este amor loco y dolorido, me enloquece,
me hace llorar, copioso como un río,
más siento paz en mi alma que adormece.
Gladys Alvarado copyright © 2012
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