ENSAYO " EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL" HERBERT MARCUSE

[Alice Múnera Osorio]

 

 

                                                                                                                                

  

 

La sociedad ha tenido unos cambios bastantes importantes, a través del tiempo:

1. Producen con eficacia

2. Son capaces de difundir comodidades e incrementar necesidades

3. Convertir lo superfluo en una necesidad y lo destructivo en constructivo

4. Transformar el mundo-objeto en extensión de la mente

5. El cuerpo del hombre hace cuestionable, el concepto mismo del Falso Saber Consciente

Todo esto lo podemos reducir: El hombre es cada vez más productivo, lo que produce se convierte en necesidades prioritarias “FALSAS”, sin ser capaces de vivir sin ellas, creándose productos destructivos para el hombre, pero, la alienación, es decir, ese Falso Saber Consciente  los o nos hace ver todo legal y  normal, sin ser así.

Cada persona se reconoce en sus posesiones volviéndose banales. Por eso se han creados estratos  sociales, aunque ahora por tanta producción e información, hasta el mas pobre, puede tener lo que antes era imposible; afectando esto nuestras raíces (hijos, nietos, etc.).

La sociedad ejerce tanto poder, que todos se imitan, reproduciendo y perpetuando sus actitudes y gustos, al punto de cambiar sus hábitos morales útiles  y  lo que se piensa dentro de si, ya no prima, sino que son las exigencias externas. Jugando un papel importante la familia, pues todas las funciones  “socializantes” están siendo absorbidas por grupos externos como: el trabajo, la escuela,  los medios de comunicación, etc.

Tanto es el progreso de la Sociedad Industrial Avanzada (S I A) que su impacto, es convertir la razón en sumisión, pues esta S I A se ha reconciliado con la oposición y las personas que se ven a si mismas en sus objetos y  que dejan que estos moldeen  sus vidas, están aceptando la leyes de la sociedad, no las leyes de la física. Cada cual se justifica  ante su propio tribunal,  que es su propia conciencia.

 ALICE  MÚNERA