Enloqueciendo.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Enloqueciendo.

 

Miro el reloj, marca las 27 horas menos 93 minutos de mañana. No sé cuando partiste, si fue ayer, hace tres años, hace unos segundos o hace una semana.

Llorar por ti no puedo, me gana la risa. Y no es que no te llore o no te extrañe, pero al recordarte me aflora una sonrisa.

Me dejaste con las manos acariciando las siluetas del vacío y la mente en azul, o en rojo desteñido. Con tus besos esperando por mis labios y tu cuerpo desnudando lentamente mis recuerdos.

Dejaste una nota en blanco, esa fue tu devastadora despedida. Palabras que no escribiste y que yo leí. Que no dicen adiós, pero que igual las entendí.

Desesperado espero tu regreso, ese que no se da porque te fuiste lejos, en realidad, no sé ni a donde ni con quién.

Lo mejor será que monte en mi caballo con alas de plomo y navegue por los ríos del olvido, hasta llegar a los mares apacibles de grandes y violentas olas donde ahogaré tu recuerdo anclado al mío.

Cierro mis ojos para no verte pero igual te veo… y te hablo de las cosas lindas y maravillosas que no vivimos. De las noches que mi cuerpo te buscó y encontró solo el vacío. De los momentos que se quedaron en pausa, retenidos por tres puntos suspensivos, y aunque sé que no me escuchas, sé que entiendes incluso lo que no digo.

Sé también que besas otros labios y dices amar a otro hombre. Que por las madrugadas murmuras mi nombre y extrañas las suaves y dulces caricias que mi cuerpo brindaba a tus manos. Porque el hombre que a tu lado duerme siempre duerme, y tu cuerpo ya te exige mis besos y mis delicias pintando mil caricias en el lienzo de tu piel.

No pierdas tiempo, regresa ya y no tardes más, te esperaré tranquilo otros cinco años, tal vez seis, porque sé qué tus pasos te llevarán a tu querencia, a mi lado, a nuestro hogar.  Esperaré paciente hasta que se cumpla el plazo, mas si no llegas, o si acaso tardas más, ten la seguridad que con mis besos y mis caricias, te voy a castigar.

 

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.

Derechos reservados.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Tato,

Muchas gracias por tu lectura y tu amable comentario.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Inés,

Muy amable. Agradezco infinitamente tus bellas palabras y el tiempecito que me regalas para leer este trabajo. Gracias.

Saludos y bendiciones!

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Cecill,

Gracias por tus efusivas y alentadoras palabras. Este es un trabajo diferente (según yo, desde luego), donde quise plasmar un poco esa locura que da la ausencia y el desamor, pero donde se conserva la esperanza.

Saludos y bendiciones!