EN LA CIUDAD DEL EGO

 

En la ciudad del Ego/ donde todos

 se calzan a diario / sus absurdas vanidades

y exponen en vitrinas / los maniquíes sordos

perfectamente ornamentados/ de disfrazadas angustias

                  y perpetuas soledades...

 

En la ciudad de los dilemas/ donde ya nadie sabe

otra razón  de su existencia/ más que el superfluo

acumular de bienes/ y triunfos materiales.

Donde la lisonja se paga / con las propias dignidades

y los diplomas se obtienen/ por la habilidad de construir

                                               mentiras y falsedades.

 

En esta Ciudad del Ego/ donde los sueños,

se diluyen de manera ineludible/ en necrosas ambigüedades

y los príncipes son sapos /con trajes dorados

desfilando a diario / sus novedosas vanidades.

 

En esta ciudad, del Ego/ donde se vende al prójimo

se olvida al niño/ y se discriminan

por considerarse inútiles / valiosas ancianidades

donde todo tiene el precio/ que alcances a pagar,              

y tu valor se mide/ por lo que abonas

                                con tus iniquidades.

 

En esta ciudad, en ésta... / de insensatas mortandades,

tengo miedo de mirar / y no encontrar,

mis  sueños y  mis verdades...

Tengo miedo de creer / que la magia se nos fue

y todo está del revés/ vestido de cinismo

                                   e inútiles crueldades.

Tengo miedo de morir / porque no superé

   mis mezquinas superficialidades.

 

En la  ciudad del Ego/ donde todos se calzan a diario

sus absurdas vanidades, no lo olvides:

de lunes a viernes/ no salgas sin tu máscara,

 tu disfraz de falso héroe / o tu cartel de victimario

para comprarte un espacio caro/

                          deambulando por las calles.

 

Nadie espera que te muestres/ tal como eres,

ni que expongas / lo que sientes

                               angustiado en soledades.

 Y al fin,  habrás ganado el derecho

de salir vestido/  con tu ropaje de sábado...

recorriendo con hipnótica codicia/ los lugares comunes,

 donde todos muestran / orgullosos y ufanos,

                             sus perpetuas iniquidades...

Sólo  el domingo puedes gritar, llorar, rezar...

hasta agotar tu voz/ hasta  quedar inmune/                        

                             y  libre de  tus dolores...

                                    deambulando por las calles.

Al fin y al cabo... /nadie lo escuchará

                         ni lo que grites /  ni lo que guardes.

     Hay silencio... todos duermen...

     Hasta el Ego necesita/ descansar sus miedos

                              sus ambiciones...

                                   Y sus  absurdas vanidades...

 

 

Tercer premio – Sala de Togas- España 2013- Publicado en el libro “Poemas de Sala de Togas- Almería España 2015

www.youtube.com/watch?v=WkYLbtzgSWQ

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Comentario

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PLUMA MARFIL
Comentario de Ma. Adiela Londoño de Cppete el junio 29, 2015 a las 1:55pm

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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