Te vì por primera vez y me quedè, muy traspuesta por tus ojos y tus guiños tus encantos y cariños. Que tuve que contenerme en ser coqueta y atrevida. Era una mezcla muy viva de unos guiños muy directos a mi pelo, a mi boca una risa que provoca. que derrite hasta una roca. Segùn me decia don Cosme el Municipal de la esquina ¡Señora, tenga usted los buenos dias! Buen dia señor Don Cosme haga usted un buen servicio no vaya a ser que la farola se la coma el del Autobùs pues le veo muy atolondrado. Mire usted a otro lado que es usted la autoridad. Contoneando mi talle te vi por primera vez y jamàs podrè yo olvidar ese guiño a esta mujer. Mari Orquidea Blanca Derechos reservados
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