El último partido
Las marquesinas del barrio
y algún libro nunca escrito,
aun guardan en su memoria,
los sueños de los Domingos.
Filigranas de una época
que dibujan tiempos idos,
donde la amistad era un canto,
allá, por barrio "EI pino".
Hacia el hambre una gambeta,
en casa de los vecinos
y era rica la pobreza
de todos aquellos chicos
que entre risas y travesuras,
reunidos en el campito,
se inventaron un mundo,
cada cual, desde su sitio.
A medida que crecimos,
fuimos armando un equipo
que representara al barrio,
en torneos y partidos.
Los lunes en el boliche,
comentarios obligados
y aguantarse las cargadas,
si es que habíamos perdido
o pavonearnos orgullosos
donde cada uno era el héroe,
agrandando las jugadas
del triunfo del Domingo.
Pero... uno de nosotros
se llevaba los aplausos,
casi todos los Domingos,
él, era el goleador
y el único indiscutido;
el que en cualquier momento,
definía los partidos;
humilde como ninguno,
simplemente. ..Pascualito !!
La niñez fue como un soplo
con vientos de un tiempo lindo,
nos hizo grandes la vida,
se alejaron los caminos,
él... se quedó en el barrio,
extrañando esos Domingos,
cuando con una gambeta,
definía los partidos.
Las arenas del reloj
de ese tiempo de infancia,
se fue escurriendo de apoco,
de aquellos chicos que fuimos
y un día Pascualito...
miró al arco de enfrente
y parando la pelota,
a todos nos hizo un guiño.
Las marquesinas del barrio
y algún libro nunca escrito,
guardarán en su memoria
a quien siendo goleador,
gambeteo hasta la vida,
en su último partido.
14 de Julio de 2002
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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