EL ULTIMO DESCHALADOR

[JORGE SERNOQUI]

EL ÚLTIMO DESCHALADOR

Adonde fue el juntador

con su maleta a la rastra,

queriendo atrapar los sueños

que quemaban las heladas.

El surco de su destino

hecho maíz se le ha ido

y lloran de madrugada,

espigas muertas de frío.

Ya no hay carros que lleguen

como cortando el camino,

dejando huellas profundas

en surcos amanecidos.

No resoplan sus caballos

caracoleando, ariscos,

no hay bolsas en sus barandas

ni bolseros en su camino.

La chata está olvidada,

los caballos están sin tiro

y los bujes de las ruedas

han acallado sus ruidos.

La troja es un recuerdo

porque muy pocos la han visto

y hoy en cualquier estancia,

levanta la cresta un silo.

El ruido de los motores

fue ganando al sembradío,

el peón se quedó mirando

su triste y pobre destino

y va peleándole al hambre

con su chorrera de hijos.

¿Cómo explicar que el progreso?

...ya no lo lleva consigo.