Desnuda la noche
es el clarinete del unicornio,
despojándole en un segundo
de la caricia que le fue robada.
del amor que hoy… Le fue entregado
Permanece frágil él
como único testigo,
como miembro muerto
Del diamante perdido que eres tú,
de la luz del firmamento…
que viaja hacia mi
Dos almas solitarias somos
nos encontramos
en una mirada
y nos perdemos
a la vez, en una sonrisa.
Tapándonos de pronto
en el mutismo de colores
de una rosa callada
Uniendo las manos,
buscamos en la voz del silencio
la paz perdida, que se fue
en el último relámpago
de los serafines
Ante el grito del rio creciente
que hoy todo retorna
en un giro de miel y placeres
que se acentúa
con la cercanía de tu piel
en mi compañía
lo que hago yo, hoy
solo la desnuda noche lo sabe
y ante el silencio del unicornio
lo cuenta a nuestros cuerpos etéreos
Comentario
Hermoso poema. Gracias por compartirlo.
Rafael.-
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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