EL RUISEÑOR Y EL BEBEDERO (Fábula)
Recorrió cielos y horizontes,
y prodigó su voz en todos los rincones,
con las alas ya cansadas
y el pico bien abierto.
Una tarde llegó aquel ruiseñor a un bebedero,
para el agua limpia y clara tomar,
porque hizo un alto en su volar,
y refrescar su garganta era lo primero.
Acudió al paraje donde otros pájaros llaneros llegan,
para el líquido y el lugar disfrutar,
y como el bebedero quería su melodía escuchar,
lo dejó estar allí con toda libertad.
El pajarito su sed sació, y luego de hacer esto,
su variada canción emitió,
y el bebedero con todo deleite lo escuchó.
Los dos con alegría compartieron,
ese momento tenido, y luego se despidieron,
con un adiós muy sentido.
Antes de retirarse el ave, el bebedero le dijo
--ven aquí cuando quieras
el agua que contengo a tomar,
que yo solo espero oír tu dulce cantar--.
Moraleja:Es bueno tener un intercambio de condiciones y acciones.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D . R .
Imagen procedente de la Red.
Comentario
Críspulo Rufino Cortés Cortés, estimado amigo poeta te agradezco la visita que haces a mis letras.
Tu comentario es muy generoso.
Recibe un fuerte abrazo fraternal hasta Iberia.
Elias Antonio Almada, estimado amigo poeta, gracias por visitar mis letras.
Recibe un fuerte abrazo fraternal.
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