EL OLOR A CAFÉ EN LAS MAÑANAS Y MI PADRE

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

EL OLOR A CAFÉ EN LAS MAÑANAS Y MI PADRE

Hay olores que despiertan al alma. Olores que retumban en el recuerdo y te traen melancolías inexplicables. Eso me pasa a mí con el olor a café acabado de colar en las mañanas, y la casa se inunda con el deseo de vivir un nuevo día

Es que siempre supe que mi padre estaba despierto. Que su primera actividad del día era ir a colar el café a nuestra cocina, luego asearse para salir a trabajar muy temprano en la mañana. Y afortunadas nosotras, las tres mujeres en su vida que al despertar ya teníamos listo ese elixir que prepara para las faenas del día, ya fuera ir al colegio o a la fábrica a rendir al máximo nuestras encomiendas y responsabilidades.

Nunca me pregunté por qué era papi el que colaba el café en las mañanas de nuestras vidas. Ahora que soy yo la que voy a la cocina, casi sonámbula, a preparar mi propio café para mí y para el duende es que me doy cuenta del sacrificio mañanero que hizo mi padre por cuarenta años de la vida que compartí con él.

Es ahora que reconozco su manera de demostrarle amor a mami. La dejaba dormir un poco más, mientras él solo salía para su trabajo con una taza de café al cuerpo y una gran sonrisa de satisfacción, cuando en un murmullo escuchaba la voz entre dormida y despierta de mami darle las gracias.

El olor del café en las mañanas me aviva una suave melancolía. Es que representa el amor de un padre que siempre supo estar presente de las maneras más sublimes. Sin palabras nos iba dejando las huellas de su hermoso amor. Dios lo tenga en la Santa Gloria, se la merece.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Muchas gracias mi querido amigo Críspuo, bendiciones, Amaralis