EL DOLOR DE PERDER A UNA MADRE

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

EL DOLOR DE PERDER A UNA MADRE
Algunos seres vienen a este mundo a sufrir desde muy niños. A Carmiña le tocó perder a su madre a sus tres añitos, cuando Carmita perdió la vida en el parto de su segunda niña, Flor María.
Abuelito Fernando trajo a una hermosa joven a cuidar a las dos niñas, y eventualmente la hizo su esposa dándole cuatro niños más.
Pareciera que el destino de Carmiña era perder a sus madres, pues solo conocía el amor de la que creía su madre y ésta también murió dejándola nuevamente huérfana a sus once años de edad con sus cuatro hermanitos pequeñitos: Estrella, Eneida, Olivia y Fernandito, recién nacido.
Carmiña se convirtió en su madre, los mimaba, los cuidaba y les daba mucho amor. Ellos, con el tiempo comenzaron a pensar que Carmiña era su verdadera madre.
Pasaron los años, todos estudiaron mucho, Flor María, Estrella y Eneida estudiaron contabilidad, y comenzaron a trabajar en grandes empresas, pero Carmiña, que tenía alma de niña mimada, pues su padre la adoraba porque tenía sus hermoso ojos verdes como los tenía su abuela, la consintió tanto que le dejó hacer lo que le dieran sus deseos.
Yo, de niña, observaba como mami, Carmiña, era amada por sus hermanos. Nuestra casa era el lugar de junte en las festividades familiares. Al llegar cada una de sus hermanas la alegría y el amor inundaban nuestro hogar. Se abrazaban y besaban con tanto amor que yo sentía un poco de celos.
Pensando me digo cuanto amor habría en el corazón de Carmiña, que habiendo perdido a sus dos madres desde muy niña, en su vida florecía el cariño genuino, era inmensamente feliz y repartía amor a manos llenas a todos los que a ella se acercaban.
Unas personas nacen y sufren, pero no permiten que el sufrimiento les quite la alegría de vivir y el amor por la humanidad.
Amigas y amigos de OME, les comparto una foto que es un tesoro para mí, la tengo en una mesita en mi habitación. En la foto aparecen mis Tías Eneida (Titi Eny) a la izquierda, luego Titi Estrella y a la derecha Carmiña . Dios las tenga juntas a las tres en el cielo de los justos.

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Delia Pilar, querida amiga y maestra, este relato es 100% verídico, es la historia de mi madre Carmiña, la rubita en la foto, la adoraba, es mi angel en el cielo, Amaralis

[Delia Pilar]

Muy tierno relato de unas circunstancias muy tristes y, a la vez, llena de amor. 

Gracias por traerlo a OME, fue muy placentera su lectura, Amaralis.