Flor cautiva de mis amores,

mis dedos se entumecieron

cuando se congelaron mis huesos,

después de cerrar la puerta del olvido.

 

Sigilosamente te vi marchar

por la ventana  

sin un adiós,

te llevaste todos mis anhelos

y  me dejaste como un gato

en el sereno

del tejado

lamiéndome mis heridas

 

Cautelosamente

entre a nuestro  cuarto,

mire tus fotos y

cada uno de nuestros recuerdos

una y otra vez.

 

Mi corazón latió

como un caballo cerrero,

después de correr para ocultar 

mi gran decepción.

 

Después me sentí como un perro,

comencé a restregarme en la alfombra

donde nos entregamos cada noche,

mordí mi cola

entre tumbos y vueltas

del desdén de la vida

y sin rumbos fijo

nunca mencione ni un solo prefijo

que describiera

tu fatal decisión.  

 

De repente mi mundo oscureció,

te extrañe  

desde ese preciso momento  

y como una lechuza

alce mi vuelo  para buscarte

y comencé a vagar

con mi tristeza

en una noche silente

y fría.

 

Y por último me convertí

en un elefante

para cargar mi pesado amor,

y nunca te olvide

ese  fue mi peor error…

Ahora mi mundo esta vació,

me compaña

una  manada en mi casa,

una botella de licor

y el aroma

que dejaste

con tu amor.

Autor: Santos M. González

Derechos reservados de autor

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Comentario

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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