DOS MUJERES

[Magnolia Stella Correa Martinez]

Dos mujeres acaparan hoy toda la atención de mis letras.  La una se ha ganado el respeto y la admiración de todo el país por su profesionalismo y valentía; y la otra desde el anonimato me ha ratificado con su ejemplo que “la voluntad es el camino”.  Por supuesto, estas se garantizan sus derechos con el cumplimiento de obligaciones.

Clara Ximena Salcedo Duarte, es una abogada bogotana de 32 años, juez 30 de control de garantías.  Esta joven mujer tuvo la responsabilidad de decidir jurídicamente y en estricto derecho, el hecho político más complejo de la historia del país. Frente al más selecto grupo de juristas y constitucionalistas, la doctora ni se minimizó ni se engrandeció; conservó una ecuanimidad admirable y envidiable, expuso sus argumentos con profesionalismo y con plena autoridad dictó su veredicto.

Sin tener en cuenta su condición femenina, la doctora Clara Ximena Salcedo Duarte, ejerció con autoridad y profesionalismo su papel en el caso que tiene enfrentado al   PODER del poder en Colombia.  Sin inmutarse por el hecho de tener al frente solo varones, todos curtidos profesionales del derecho que le doblan la edad, no se asustó por presidir y decidir en la audiencia que tuvo los ojos de la nación encima. 

De igual manera, hay una mujer que desde una condición inversa y adversa por completo, me ha dado una lección de resistencia ante la dificultad física inimaginable.  

Mary Cely Correa Martínez es mi hermana menor, padece artritis crónica desde que tenía más o menos 25 años.

A pesar de sus enormes dificultades físicas, ahora se propuso pintar una pared de unos 15 mt. de largo por 3 mt. de alto.  Por supuesto, en un principio yo me negué a semejante despropósito; mejor dicho, me asusté previendo las consecuencias del enorme esfuerzo para ella.  No obstante, fue tan evidente su necesidad de mi apoyo, que no tuve otra alternativa sino secundarla a pesar de mis temores.

Como es lógico todo el tiempo estuve pendiente del proceso esperando verla rendirse ante la descomunal tarea.  Sin embargo, su abnegación y entrega son el soporte de su férrea voluntad.  Desde luego, una vez terminada la labor, no me fue posible poner de acuerdo a mi corazón con mi visión… pero mi corazón, como siempre obstinado y posesivo, ahorcó mi vista hasta hacerla claudicar.

Dios te bendiga mujer de mi vida… mi soporte y mi motor.

[Magnolia Stella Correa Martinez]

Gracias por tu generoso comentario, Benjamín. 

Fraterno abrazo, Poeta.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Excelente prosa, Magnolia!

[Magnolia Stella Correa Martinez]

 Críspulo Rufino Cortés Cortés 

Gracias querido poeta Críspulo. 

Un fraterno abrazo. 

[Magnolia Stella Correa Martinez]

Aimée Granado Oreña

Gracias Poeta por tus generosos y nobles comentarios.  

Infinitas gracias por el destacado.  

Saludos. 

[Magnolia Stella Correa Martinez]

 Maria Beatriz Vicentelo Cayo 

Gracias querida poeta por tu comentario siempre generoso y noble.  Le transmito tus saludos a mi hermana.  

Dios te bendiga, amiga.

[Magnolia Stella Correa Martinez]

 Delia Pilar

Gracias poeta Delia por tu lectura y comentario.  

Gracias por el destacado.  

Un abrazo.

[Aimee Granado]

¡Qué intensos testimonios de vida!

Sublimes cada uno en su contexto, solazando esa voluntad que se impone con valioso sacrificio sin ver obstáculos en el camino, creciéndose con optimismo y perseverando para alcanzar los objetivos.

Gran riqueza espiritual nos transmite estas mujeres con su fortaleza emocional y su actitud decidida ante la vida.

Un gusto que estés con nosotros compartiendo tales vivencias que son reconfortantes en medio de la adversidad.

Un abrazo cordial.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

¡Qué bellas referencias de las dos personas que admiras y respetas por sus grandes cualidades Magnolia querida!  Tus palabras contagian y nos hacen pensar que cuando uno tiene un propósito, no hay nada que lo aleje de él!  Por favor,  se portadora igualmente de nuestro respeto y admiración, sobre todo a tu señora hermana,  la artritis es sumamente dolorosa y mira tú,  el empeño que ha puesto para pintar...  ES SU GUSTO o SUEÑO,  seguro la relaja, la anima, la distrae!   Excelente que la hayas apoyado!

Miles de gracias por tu compartir con tan valiosos mensajes!

Un gran abrazo!

[Delia Pilar]

Muy hermoso relato, Magnolia. El ser humano a veces nos asombra con los poderes que tiene y que no creíamos posibles que desplegara. Sobre todo la mujer, con su aparente fragilidad es capaz de dar rienda suelta a energías descomunales, como dices en el caso de la abogada, y de tu hermana con sus dificultades físicas. Estos hechos realmente despiertan toda nuestra admiración y son dignos de nuestro apoyo total.

Gracias por compartilo ya que este tipo de relato nos sirve de incentivo a todos.

Felicitaciones.