Con suave celosía hacia las rutas altas de ayer, de hoy, de siempre Donde las vides muestran el desnudo sarmiento que reclama, poda ¡renovación!, nueva savia, Alineados como estatuas de austera fisonomía para ser cuna de hoja flor y fruto en vino dulce, de cualquier mesa o jornada Pasar la prueba, de las rutas sin fronteras, dormido al raso delante de una puerta, que no abre por no saber querer al peregrino solitario… Pasan y se alejan, olvidando la fatiga, en la penumbra de las entradas de quien manda siempre… Sentado en balancín de bienestar no añora caminos… pues practica caridad en cuartas partes, conocidas Inefable universo, cada día, pierdes memoria sin benevolencia borrando los dioses del sueño …desnudando el día
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