DEL RECUERDO ENAMORADOS
En aquel pintoresco y buen lugar,
donde las casas son de adobe,
desnudas al sol en el día,
y descobijadas en la noche,
surgió un gran amor.
Con una mujer campirana,
en la puerta de su casa,
Horacio con ella platicaba,
y al oído le dacía, lo que tanto la quería.
En el silencio de la calle,
en esa nocturna hora,
se oían los suspiros de la bella,
al sentir del galán las caricias.
El idilio continuo,
y por un buen tiempo lo disfrutaron,
pero el destino ingrato,
al cabo de un tiempo los separó.
Fueron dos fugaces estrellas,
que en el cielo se encontraron,
y que cuando sus luces se apagaron,
solo quedaron los dos,
del recuerdo enamorados.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D. R.
Comentario
Cuando el amor se termina, queda los recuerdos
Excelentes versos
mary
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