DEL CARIBE A LOS ANDES Y VICEVERSA

Mi duende no quería que viajara sola a Venezuela, las cosas allí están un tanto políticamente inquietas, pero mi corazón me pedía a gritos acercarme a esos lugares que han sido siempre para mí fuente de inspiración. Respondí al llamado, aún en contra de mi propia razón. Y llegué a Mérida, allí, justo en el mismo centro de los Andes Venezolanos, con los cinco picos nevados emanando esa fuerza magnética que alerta todas las células de mi cuerpo.

Tres ángeles me esperaban en el aeropuerto del Vigía: Paco, Mireya y Marial. Ya instalada en el auto de Mireya, comenzamos la ruta de hora y media desde el aeropuerto a Las praderas del cielo, siguiendo la rivera del Río Chama, que corre tan veloz como el automóvil, sobre un lecho de cal blanca que le da un matiz azuloso y cristalino. Siempre deseo meter mis pies en sus aguas heladas y sentirme pez andino, pero mis ángeles no me dejan, temen que pesque un resfriado.

¡Dios mío! cuánto anhelaba unas arepas calientitas hechas por manos criollas, con calor del bueno y mucho amor, forradas de queso de natilla y rellenas de embutidos serranos. Son un preámbulo de pasión contenida. Y miro cada lugar con los ojos cuajados de rocío y el corazón acelerado.

Marial me habla del proyecto del nuevo libro que me está editando con cada una de las historias que me invento para el Foro. Tengo ya tantos relatos que serán más de doscientas páginas describiendo la magia que decora mi vida.

Y ya en la noche me encuentro instalada en la habitación de Mireya. Ni muerta me acuesto en el cuarto de huéspedes, donde se me apareció en mi primera visita, hace ya 25 años, el ahorcado a darme la bienvenida. Sí, es que en el establo se ahorcó su cuidador de caballos, y siempre que llega un huésped nuevo, él se asoma a esa habitación a darle la bienvenida; eso me contó Mireya la noche del espanto, en que con un grito descomunal, salí corriendo disparada escaleras arriba y me metí en su cama, muerta de miedo después de encarar al muerto en la penumbra de aquella lúgubre habitación en el piso bajo.

En la mañana todo es luz. Disfruto de unos días maravillosos, casi todos los amigos de Mireya y Marial, que también son mis amigos, comienzan a desfilar por la hacienda. Es que la casa de Mireya es como un imán para la poesía y la locura, para el amor y el bolero, para la buena mesa y el buen vino. Y así transcurrieron nueve días, en un vértigo de lírica y canción, de lecturas de versos y de relatos de humor en la Biblioteca Bolivariana, en la Facultad de Humanidades de la ULA, en la academia de tango La Milonguita, en la sala de la casa. Marial, Mireya y esta mujer, saciadas en lo más íntimo, declamamos, leímos, cantamos, todo en un ambiente de hermandad de la más bella, rodeadas de amigos, curiosos, académicos y estudiantes.

Ahora he vuelto a mi rincón borinqueño en mi isla del encanto, envuelta en el recuerdo de la brisa andina, del rocío en los ojos de mis amigas, y del dulce placer de saberme mujer afortunada, de amar y ser amada, con el mismo amor que doy a mis ángeles de la palabra poética, tanto aquí en el Caribe como allá arriba en los picos nevados de Los Andes.

El duende me contempla aliviado y con mucho cariño.

¿Qué más puedo pedirle a la vida?

Carmen Amaralis Vega Olivencia

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Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 3, 2022 a las 8:03am

Beto, amigo querido, bendiciones, tus palabras siempre son una delicia, bendiciones luminosas, Amaralis

Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 3, 2022 a las 8:01am

Rosana , mi niña bella, muchas gracias, tus palabras son tan sentidas y transparentes que me regalas una grato placer, amiga, bendiciones luminosas, Amaralis

Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 3, 2022 a las 7:59am

Teodora, amiga, que bueno contar con tu lectura y tus muy sentidas palabras, bendiciones de luz, Amaralis

Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 3, 2022 a las 7:58am

Mi muy querido amigo Críspulo, deseo dejarte saber que tu compañía en mis letras es una alegría muy grande y un honor que me hace muy feliz, bendiciones luminosas, Amaralis


PLUMA ÁUREA
Comentario de Beto Brom el junio 3, 2022 a las 7:46am

Dudaste,,,te inflaste de coraje y volaste,,,encuentros con amigos,,,lugares de regocijo y alegría...volviste con las alforjas llenas de amor, cariño y amistad.

¡¡GRACIAS POR COMPARTIR EL VIAJE!!

Van abrazotes Carmencita

Comentario de Rosana Lamonte el junio 3, 2022 a las 7:07am

Bellísimo relato que disfruté a leerla hasta el final estimada Amaralis, me dejó extasiada de placer con tu historia contada de los Andes, una ciudad maravillosa que no debemos dejar de conocerla. Preciosas letras que nos regala con tu gran talento. Abrazos fraternales.


PLUMA MARFIL
Comentario de Teodora E. Leon Salmon el junio 3, 2022 a las 6:30am
Relato que nos lleva hasta su final
Ha sido un placer leer tu creación literaria, poeta.
Saludos cordiales
Teodora
Comentario de Carmen Amaralis Vega Olivencia el junio 2, 2022 a las 8:13pm

Mi muy estimada amiga Delia Pilar, gracias por tan sentidas palabras y tu valioso DESTACADO, amiga, esa manera de valorar cada detalle de la vida lo aprendí de Carmiña, mi madre, ella era un ser muy especial, adoro su memoria, bendiciones de luz, Amaralis


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el junio 2, 2022 a las 7:37pm

Veo que eres una agradecida a la vida, Amaralis. ¡Qué importante es eso, es un motivo de gozo profundo! 

Aunque creo que hasta el ser más desafortunado siempre tiene motivos para agradecer: una familia, salud o

tantas cosas que a veces parecen pequeñeces pero que otros las ansiarían... Bueno, esa es mi idea...

Hermoso relato, lo he disfrutado en todo su despliegue. Gracias por estos momentos de disfrute. 

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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