Me introduzco en este agujero
y ahora no quiero salir,
caigo por tercera vez
(por undécima quizá)
y me golpeo tus rodillas.
(El vino quedó incólume en la copa
aunque su base se desprendió).
Duele el frío de la madrugada
y al cerrar los ojos
asciendo casi en espiral, resbalo,
me levanto.
¡Qué torpe es la cobija
cuando busca el suelo y no me alcanza!
Esta caricia hospitalaria
no cubre siquiera tu respiración entre sueños.
He caído de nuevo en la misma cubeta de agua fría.
Se me han hecho más altas
estas gradas; pero ahora asciendo,
¿a quién hay que alcanzar con las manos hacia arriba?,
¿a quién hay que cerrarle las heridas,
las espinillas y sus marcas?
Por ahora me elevo y la caída
solo aleja la ausencia
de tantas sombras que fuimos dejando atrás,
como soldados en sus angostas trincheras.
Déjame buscar el aire
que me duelen de nuevo tus rodillas.
Abro la ventana
y salgo de este agujero
que nos nombra.
de un nuevo libro inédito.
DERECHOS DE AUTOR PROTEGIDOS POR LEY
PI8NTURA DE LIAZKO CATALINA
Comentario
Gracias, Críspulo, abrazos
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME