DE FE Y ESPERANZA

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

DE FE Y ESPERANZA

No hubo despedidas ni promesas. Simplemente el sentimiento se congeló con el frío intenso de los dolores incrustados en el alma. Pero en el fondo de aquellos seres desiguales siguió encendida una pequeña llama llena de fe y esperanza.
Caminaron entonces por diferentes caminos, sin buscar... sin encontrar.
Quizá algún día el destino jugara a su favor anudando esas vidas en un solo corazón... quizá.
Pasos inciertos y temerosos.

Sonrisas falsas como una luna de queso.

Llanto, tristeza y añoranza... y de la nada fuerza para no desfallecer.
¿Se alinearon los planetas?
¿Conspiró el universo a su favor?
¿O simplemente fue lo que estaba escrito en el libro indeleble de sus vidas?
Se miraron, se abrazaron... y en silencio expresaron el amor que por tanto tiempo se guardaron.
Bastó un ligero roce de sus manos para deshelar las almas y desentumir el latido de sus corazones.
Se hicieron fuego, y ardieron en su pasión.

Se hicieron río, y fluyeron en sus aguas dulces.

Se bebieron las ganas con las ansias contenidas en el dorado borde de sus sexos.
El silencio fue testigo de ese amor que incendiaba el lecho que habitaban.
El aire se perfumó con sus aromas de mil flores... de pasión viva y amor cierto.
Les bastó un suspiro entender que por una eternidad se han pertenecido. Que siempre han sido y serán uno.
Los ríos se convirtieron en cascadas de almíbar y con él endulzaron las penurias y las amarguras de su pasado.
Y a pesar de querer huir y regresar a sus refugios, sus cuerpos se buscaban para seguir bailando la sacra danza del amor.
Así los sorprendió el albor del día, tejiendo sueños e ilusiones. Quitando piedras del camino y soñando atardeceres tomados de la mano.
En la despedida una mirada, un beso... caminar en sentidos opuestos, sin promesas, cargando cada uno sus recuerdos... pero siempre con fe y esperanza.

Carlos Eduardo Lamas Cardoso.

México.

Derechos reservados.

[Ma. Adiela Londoño de Cppete]

En la despedida una mirada, un beso... caminar en sentidos opuestos, sin promesas, cargando cada uno sus recuerdos... pero siempre con fe y esperanza.

Amigo Poeta que esta ESPERANZA Nunca nos falte.

Que cada mañana la aurora de nuestros amados sueños, nos acompañen.

BELLÍSIMO POEMA.

FELICITACIONES.

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Tancredo,

Muy amable. Agradezco tu lectura.

Saludos y bendiciones!